martes, 23 de noviembre de 2010
OTRA AGRESIÓN AL PROFESORADO
sábado, 20 de noviembre de 2010
LA CIUDAD PERDIDA
Yo soy un hombre sincero
de donde crece la palma,
y antes de morirme quiero
echar mis versos del alma.
Yo vengo de todas partes,
y hacia todas partes voy:
arte soy entre las artes,
y en los montes, monte soy.
Todo es hermoso y constante,
todo es música y razón,
y todo, como el diamante,
antes que luz es carbón.
Con los pobres de la tierra
quiero yo mi suerte echar:
el arroyo de la sierra
me complace más que el mar.
Yo quiero, cuando me muera,
sin patria, pero sin amo,
tener en mi losa un ramo
de flores,–¡y una bandera!
en junio como enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.
jueves, 18 de noviembre de 2010
DISCRIMINADA Y AMENAZADA POR LA POLICÍA
Haciendo uso de uno de estos derechos, exactamente del artículo 19 que dice lo siguiente: "Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión"; voy a relatar lo sucedido:
martes, 16 de noviembre de 2010
PASTILLAS CONTRA EL DOLOR AJENO
Aquí os dejo el vídeo que Médicos Sin Fronteras ha emitido por televisión:
sábado, 13 de noviembre de 2010
PENSANDO EN LOS DEMÁS
"Dicen que cada persona está ahí porque tú la has convocado, y de ti depende lo que resuelvas hacer con ella". He de confesar que no creo haber convocado en mi vida a una pandilla de maleducados, pero ahí están y ahora no puedo olvidarme de ellos, y lo mejor, a cada uno no lo olvidaré por un motivo distinto.
En muy poco tiempo me habéis enseñado algo importantísimo, me habéis mostrado vuestro dolor. Dolor por la vida misma, por haberos dejado sin padres o sin hermanos, o por sentiros solos y perdidos..., el caso es que antes incluso de ver vuestra letra me habéis mostrado vuestra rabia, vuestro dolor y vuestras lágrimas.
Pero también he observado que sois grandes personas, aunque vuestros actos la mayoría de las veces no se correspondan con lo que verdaderamente sois. Supongo que forma parte de esa rabia que lleváis dentro y que eso mismo hace que intentéis revelaros a cada segundo de vuestra vida, con lo que sea, aunque sea algo que os pueda beneficiar.
Cada día intento acercarme un poco más a ese mundo sin palabras en el que con solo miraros y observaros me decís muchas cosas. Os miro y remiro y descubro cada día algo más en vosotros.
Sobre todo en F., empezó revelándose pero pronto aprendió que para que yo pudiera llegar a conocerlo era necesario que se comportase tal y como él realmente era, un chico educado y trabajador, y dejarse de tonterías que no le conducirían mas que a la expulsión. Así es como hemos disfrutado juntos, bajo la sombra de un gran árbol, de la música que tenemos en común, nuestro Barrio, y estoy segura de que por mucho que pasen los años, algún día me lo encontraré en un concierto barriero.
Lo de C. es otra cosa. Este "gitanaco" con pestañas de encanto dice más cuando calla de lo que se piensa. Cuando se aburre decide coger el libro de poemas de Bécquer y hacer como que lo lee, y confieso que en mi época de secundaria también pedía hacer lo mismo a mi profesora de lengua, la diferencia es que ella siempre me dejaba y yo hoy desde aquí le estoy muy agradecida, pero yo a él no se lo permito, no mientras queden tantas cosas por conocer entre nosotros. Ojalá sea cierto que a partir de ahora deje de revelarse contra mí y empiece a ser la persona que realmente es, cariñoso y encantador. Ojalá trabaje más en clase porque sólo así podrá decir lo que piensa sin que le cueste tanto buscar las palabras adecuadas.
El "canijo" es I., el futuro Maradona del fútbol. Aún no lo he visto jugar pero sus goles hablan por sí solos. He de confesar que no me creía sus palabras porque ya me había dicho que iba a cambiar su actitud, aunque hasta hoy mismo no lo he visto con mis propios ojos. Hoy ha traído por primera vez el cuaderno y ha participado en clase sin molestar. Ojalá este cambio dure mucho tiempo porque este niño vale mucho, y eso lo sabe muy bien A. porque es una de sus mejores amigas. Una chica extremadamente impulsiva y amiga de sus amigos. Su cambio de actitud lo he ido viendo antes, justo cuando me abrió su corazón contándome las intimidades de su vida. Ojalá cuando algún día tenga que ser atendida por alguna enfermera sea ella la que vende mis heridas.
N., la rubia que nunca lleva nada porque ella no utiliza cartera sino un bolso, y claro, en el bolso se llevan otras cosas y no libros. Su actitud nunca ha sido negativa, es demasiado tranquila como para alterar nada; pero no por ello deja de ser un encanto de chica. Quizá si no faltara tanto a mis clases podría descubrir más cosas de ella ya que el otro día me sorprendió gratamente descubrir que sabía quién era Julia Buterfly Hill. Con personas como ella el mundo podría cambiarse.
J. P., un niño en un cuerpo grande. Creo que es tan grande porque debe haber espacio para albergar tanta bondad. Aunque se revele a menudo y se aburra siempre, aún no sabe que simplemente tiene que querer participar y contribuir a conocernos para que el día a día se haga digno de recordar.
A., el silencioso. Si no es por la excursión que hicimos a la exposición de Alfonso X no descubro más cosas de él, como por ejemplo que no es tan tímido como parece. Pero para poder decir más cosas sobre él, debe participar más porque con trabajar sólo no es suficiente, hay veces en las que es necesario dejar de trabajar para relacionarse con lo que a uno le rodea.
Y lo mismo digo de A., el árabe que ha venido de vacaciones a mediados de octubre. Sé por experiencia propia que cuando uno quiere comunicarse aunque no hable la misma lengua finalmente consigue hacerse entender; pero este no es su caso, él simplemente no habla, menos mal que por lo menos me sonríe porque tiene una de las sonrisas mas bonitas que he visto en mi vida. Es una pena que no me permita conocerle, porque estoy todos los días muy cerquita de él y podría enseñarme muchísimas cosas, pero no sé lo que está esperando, las cosas se acaban, las personas nos vamos y es ahora, únicamente ahora, cuando tiene la oportunidad de mostrarse y mostranos su mundo.
A. I., en cambio, se mostró desde el primer momento, no perdió el tiempo en tonterías y me abrió su alma. Compartió conmigo su felicidad y su dolor y juntas estamos intentando y lograremos encontrar otra felicidad en otro sitio, ¿qué tal en un libro? Ojalá El árbol de Julia te eleve a cientos de metros del suelo y sientas otra vez las riendas de tu vida en tus propias manos.
K., es una chica callada, aparentemente tímida y enamorada, tremendamente enamorada, y ese amor la está alejando de mí. Tiene que centrarse y dejarse el amor para los fines de semana porque sólo con estar enamorada no se llega lejos, se llega lejos trabajando todos los días, y si encima se está enamorada pues quizás te puedas comer el mundo.
Y J., un chico muy trabajador, aunque no en mi clase sino en el taller de neumáticos de su padre. Ahora mismo deseo que su padre se recupere pronto y él pueda reincorporarse y demostrarme que aún se puede ser mejor.