TRUEQUE DE LIBROS

Comprar los libros de texto es una auténtica pesadilla para la inmensa mayoría de las familias, que ven cómo en un solo mes tienen que desembolsar una media de doscientos euros por hijo, aunque las cantidades pueden variar bastante, en función del curso que estudien y de las editoriales. En los últimos años el Bono Libro había aliviado este trago a las familias, pero la falta de fondos de la Comunidad Autónoma ha acabado con él y los padres de más de cien mil escolares han perdido una ayuda esencial para sus economías familiares. Esta nueva situación, en un momento en que las familias tienen problemas para llegar a fin de mes, ha hecho que surjan propuestas imaginativas para aliviar la carga económica que supone la vuelta a las aulas. Una de estas iniciativas es la que ha puesto en marcha el Instituto La Flota de Murcia. Allí, los alumnos han podido dejar voluntariamente sus libros del curso pasado para, a cambio, llevarse los que les corresponde este año. Si dejas cinco, puedes llevarte cinco. Es así de sencillo: un trueque justo de conocimientos.

Fue un grupo de profesores, con Yolanda Caballero a la cabeza, el que tuvo la idea a finales del curso pasado y, con la ayuda de los alumnos de segundo de Bachillerato, han puesto en marcha un sistema con el que durante el mes de julio consiguieron el ahorro de más de ocho mil euros a las familias, una media de casi ochenta euros, y todavía hay que sumar el ahorro de quienes han llevado sus libros al centro en el mes de septiembre.

Los libros que se dejan son revisados (los que están en mal estado no se aceptan) y ordenados por los propios
alumnos, que por su tarea piden un donativo a los padres. Por ahora han recaudado casi 900 euros que invertirán en el viaje de estudios de este curso.

Pedro Saura tiene un hijo que estudiará este año tercero de ESO y no ha dudado en participar en el programa. Su hijo, también Pedro, ha donado nueve libros y espera poder llevarse otros nueve para no tener que comprar ninguno. «Los libros tendrían que ser gratuitos, es un robo lo que cobran las editoriales», afirma este padre. Su hijo tiene claro que a él no le importa llevar a clase libros usados. Tampoco tiene ningún problema con no estrenar Adrián Vera, que también estudiará tercero y que ha llevado trece libros al trueque. «¡A ver si tenemos suerte y podemos llevarnos todos los libros del curso!», pide María del Mar Gallardo, su madre, mientras esperan su turno.

Aquellos que donan más libros de los que pueden recoger reciben un vale para el próximo curso. La idea es que
nada se pierda. Incluso, los textos que ya no pueda aprovechar ningún alumno porque la editorial lo haya cambiado, serán donados a ONG.

Educación y concienciación
«Con esta iniciativa conseguimos ayudar a muchas familias y, además, que los chicos se impliquen y aprendan el valor de las cosas y a cuidarlas», explica el director del centro, José Hernández.

De hecho, los profesores intentan que los alumnos cuiden los libros. Que los forren, que escriban su nombre con etiquetas pegadas al plástico y, sobre todo, que subrayen en lápiz y de manera que se pueda borrar. No se trata de que no usen los libros, sino de que los usen bien para que tengan más de un año de vida. Todos los detalles del programa pueden encontrarse en www.libros.ieslaflota.es

El proyecto del IES La Flota ha tenido un efecto contagio. Para dar salida a los libros que los alumnos que terminaron en junio 1º de la ESO han donado, propusieron a varios colegios de su zona de influencia que se sumaran a la iniciativa para que los niños de sexto que llegaran con un certificado del colegio de que habían donado tuvieran derecho a recoger también libros. Uno de esos centros es el San Pablo. Su directora, Mari Carmen Blaya, explica que en torno al 20% de los padres han respondido a la llamada, pero espera que en los próximos cursos sean más familias las que conozcan y participen de este proyecto.

Para quienes no tienen un hermano mayor, un primo o un vecino para pedirle prestados los libros, la alternativa a pagarlos nuevos pasa por iniciativas como las del IES La Flota o como la llevada a cabo el domingo por varios colectivos murcianos en el cuartel de Artillería, que organizaron un trueque de libros para todo el que estuviera dispuesto a donar sus materiales antiguos.