MÁS DE 70 ALUMNOS EN TIERRA

Los 73 alumnos de primero y segundo de Bachiller del instituto Príncipe de Asturias de Lorca tenían que estar hoy en Londres disfrutando de su viaje de estudios. Sin embargo, un error de cálculo les dejó ayer en tierra, ya que perdieron el vuelo que les iba a llevar hasta Inglaterra.
Según aseguran profesores y estudiantes, todo se debió a la tardanza en la revisión de su documentación y en los controles, según dijo una de
las seis profesoras que les acompañaban.

Tal y como señala uno de los padres de una estudiante, los viajeros salieron de Lorca a las seis de la mañana y llegaron al aeropuerto de El Altet (Alicante) sobre las 07.30, dos horas antes de la hora fijada para la salida del vuelo. Sin embargo, según la profesora María H.,llegaron con retraso a la puerta de embarque por el tiempo que se empleó en la comprobación de visados de algunos alumnos extranjeros, de las tarjetas de embarque y en los controles. A pesar de ello, llegaron a la puerta de embarque a las 09.20 horas, pero el avión, al parecer, adelantó su salida y lo estaba haciendo en ese momento, tras lo que lamentó la falta «de buena voluntad» para solucionar el problema con que se encontraron los expedicionarios, que no dudaron en poner una reclamación a la compañía con la que volaban, Ryanair.

«No nos van a devolver los 135 euros que nos costó el pasaje y nos dijeron que iban a revender nuestros billetes», se quejaba Laura, una de las alumnas. «Los profesores han hecho todo lo posible, pero al final no podremos viajar a Londres», lamentaba. Según esta alumna, «nos cerraron las puertas del embarque, les dijimos que por favor nos dejaran entrar, que éramos más de 70, y el piloto nos dijo que no».

Tras saber que no iban a realizar el viaje, de tres días de duración, dos autobuses de Lorca partían hacia el aeropuerto para trasladarlos de nuevo hacia la ciudad, donde llegaron por la tarde.

Uno de los padres comentaba que ahora lo que desean es, en primer lugar, recuperar el coste del viaje (unos 450 euros más gastos adicionales) y, en segundo lugar, intentar aplacar el disgusto de sus hijos que, al llegar a la Ciudad del Sol, improvisaron una concentración de protesta por los sucedido a las puertas del instituto