lunes, 7 de marzo de 2011

SIEMPRE HAY DOS VERSIONES

Pinchar AQUÍ para ver la respuesta de la docente.

Dos niños colisionaron durante el recreo del pasado miércoles en el colegio Las Tejeras de Alcantarilla. Lo que parecía un simple choque entre dos niños de muy corta edad, acabó con tres denuncias contra la madre y la abuela de uno de los niños por agredir y amenazar a dos maestras y a un enfermero de la UME que se desplazó para atender a los niños. Isabel Serrano Vicente, la madre denunciada, asegura en la entrevista concedida a LA OPINIÓN que fue ella la que recibió la paliza por parte de más de 20 maestros, «fue algo exagerado», asegura.

¿Qué ocurrió el miércoles?
Estaba desayunando con mi madre después de hacer el mercado, cuando me llamaron diciendo que mi hijo había sufrido un accidente y tenía que ser atendido. Cuando llegué me llevé un gran impacto por ver el suelo lleno de gasas manchadas de sangre. Una maestra le quitaba la ropa a mi hijo con unas tijeras para que no viera cómo la llevaba de sangre, mientras otra le limpiaba con una toallita.

¿Y qué pensó usted entonces?
Como madre que soy, quería una explicación de la encargada de patio de lo que había ocurrido, y la directora me pedía que me calmara. Pero cómo me iba a calmar si daba miedo verle la cara, y le pregunté si se calmaría ella si fuera su hijo. Pero hablé con su profesora y me tranquilicé.

¿Agredió después a la profesora que te ha denunciado?
Una maestra de Primaria trató de sacarme de la sala donde atendían a mi hijo. Le dije que no me tocara, ni me cogiera del brazo. Entonces se me encaró, y fue ya cuando nos enzarzamos. De repente aparecieron más de 20 profesores alrededor de mí, y empezaron a apalearme. Las piernas me temblaban, fue algo exagerado.

¿Qué le ha dicho la Policía?
La Policía me ha dicho que soy cabeza de turco, que se han puesto barbaridades en la denuncia. Yo estoy en tratamiento por vértigos y no me puedo ver en una situación como la que viví. Me sentí muy mal, porque son profesoras que participan en la educación de nuestros hijos.

¿Insultó a los maestros?
No llegué insultando al centro. Yo buscaba a mi hijo, y la directora me acompañó hasta donde estaba y hablé con su profesora. Se han dicho barbaridades, y es lo que a mi me está matando. En el momento en el que ella y yo nos enzarzamos, puede que respondiera a los insultos, y si me dicen que soy una puta lo más lógico es que conteste con lo mismo.

¿Eso le dijeron?
Recibí golpes e insultos de toda clase. Insultos que no conocía, que no entraban en mi vocabulario, por parte de los profesores. Ni en mis años de colegio he visto yo a tanto profesor junto, llegó un momento en el que no sabía ya cuántos me estaban pegando. Dice la maestra que temió por su vida, pero yo le digo que la vida que corrió peligro fue la de mi hijo, que estuvo a punto de perder un ojo. Y posteriormente la mía, porque era una sola persona contra más de 20 profesores. Me golpearon en la espalda y me cogieron del pelo.

En las denuncias presentadas no se recoge eso.
Es un colectivo muy grande, y se han puesto muy bien de acuerdo todos los maestros. Hay profesoras de mi colegio de toda la vida, Jara Carrillo, que me han reconocido que si pasa allí se hubieran encubierto, y me aseguran que van a ir a por mí, porque voy a ser la cabeza de turco.

¿Cuál fue el papel de su madre en todo esto?
Mi madre estuvo en todo momento separándome. Se metió porque vio que me mataban. Ella tiene 60 años, tiene depresión y toma medicamentos, y cuando vio al crío se quedó blanca, no podía reaccionar. Y ahora dicen que va matando a la gente, ni que fuera Bruce Lee.

¿Ha denunciado al colegio?
Sí, ante Educación. No puede ser que en un patio con más de 50 críos haya solo dos profesoras. En el momento en el que se descuiden para hablar, puede pasar esto. Estamos en casa pensando que nuestros hijos están bien atendidos, y pueden perder un ojo.

¿Ha vuelto su hijo al colegio?
No, porque he solicitado el traslado. De hecho, ya lo había solicitado antes por otras lesiones. De hecho, yo me considero responsable de lo que le ha pasado a mi hijo por no haberlo cambiado antes.

Pero el enfermero de la UME no es maestro y le ha denunciado.
Por mucho menos de lo que me hizo este hombre hay hombres en la cárcel denunciados falsamente por sus mujeres, que acusan a sus maridos de agredirlas y se quedan sin la casa, sin los hijos y en prisión. Este hombre estuvo a punto de pegarme y yo le dije que debía estar orgulloso, que era un machote.

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